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Ante la austeridad y desolación de mis entradas, he deseado hacerle compañía con una serie que quizá juzgué de modo incorrecto en un inicio. Despertar un día después del apocalipsis zombie ante el vestigio de lo que alguna vez fue una civilización, ir en búsqueda de un refugio militar, limpiar las sendas con sangre para encontrar en medio de la letanía a su amada familia, o armarse hasta los dientes son situaciones ya trabajadas, satanizadas, explotadas y prostituidas en varias cintas Z.

Walking Dead propone un formato standard pero un característico estilo, el drama mediante un excelente hilo conductivo hace de ella un peculiar plato consumible hasta sus apartes.

Si usted, querido visitante, al igual que yo jamás le presto atención a los cortos en Fox, ni a los comentarios de sus contactos, amigos, rumores o acotaciones en conversaciones. Le recomiendo descargue y coleccione ésta divertida serie de seis capítulos.

The Walking Dead nos cuenta como Rick Grimes, un común policía de pueblo Norteamericano oriundo de Kentucky, después de un incidente acaecido en cumplimiento del deber, despierta de su estado de coma para encontrarse con que el mundo ha sido arrasado y que en lugar de personas hay una increíble cantidad de cadáveres rondando por todas partes y deseosos de carne fresca.

Ante este desolado panorama, Rick emprende la búsqueda de su familia. Con el paso del tiempo se muestra un Rick mas curtido y falto de sensibilerias que se unirá a un grupo de personas (al parecer únicos supervivientes de este Apocalipsis moderno) en busca de un lugar donde establecerse y estar seguros o al menos poder hacer frente a la amenaza zombie que les acecha.